¿QUÉ ES UN ESGUINCE Y CÓMO SE PRODUCE?
Los ligamentos son estructuras duras y fibrosas que preservan la estabilidad estructural de una articulación. Cuando los ligamentos se estiran en exceso pueden provocar un daño en el tejido se manifiesta con dolor, impotencia funcional, sensación de inestabilidad e inflamación.
El esguince o entorsis de tobillo es un daño en los ligamentos de las articulaciones que forman la tibia, peroné, astrágalo y calcáneo. Es una de las lesiones más comunes de miembro inferior y con más prevalencia en la población global.
Dos tipos de esguince de tobillo:
Pueden existir dos tipos de esguinces: los esguinces de ligamento lateral externo y los esguinces laterales internos o mediales.
- El esguince externo surge cuando hay un exceso de inversión, es decir, el movimiento de llevar la planta del pie hacia dentro en exceso provoca un daño en la zona ligamentaria externa.
- El interno es provocado por un movimiento aumentado de eversión plantar, el movimiento opuesto donde llevo la planta del pie hacia afuera que provoca un daño en la zona ligamentaria interna. Estos últimos son menos comunes ya que el complejo ligamentoso interno es más fuerte.
GRADOS DEL ESGUINCE Y CÓMO TRATARLOS:
Conforme a la gravedad y nivel de afectación del tejido se pueden clasificar los esguinces en:
– Grado 1 (leve): Ligera distensión que se soluciona con tratamiento fisioterapéutico de manera ágil y sencilla, no hay que inmovilizarlo y el tratamiento ha de ser precoz. El paciente puede seguir caminando con molestia, algo de inflamación y en la mayoría de las ocasiones no aparece hematoma. La recuperación oscila entre 2 y 3 semanas.
– Grado 2 (moderado): Se trata de una distensión ligamentosa con rotura parcial que necesita inmovilización y apoyo parcial en la fase más aguda. El paciente puede caminar, pero con gran dificultad y con dolor, además el edema o hinchazón es importante y aparece hematoma producido por la rotura de las fibras. La recuperación oscila entre 4 a 6 semanas.
– Grado 3 (grave): Existe la rotura completa del ligamento que necesita tratamiento quirúrgico. El edema es llamativo además del hematoma, es importante la inmovilización ya que el apoyo es imposible a causa del dolor y la inestabilidad. Su recuperación se realizará tras el proceso quirúrgico y oscila entre 3 y 6 meses.
Por mucho tiempo se ha creído que la inmovilización y el reposo en los esguinces de tobillo leves y moderados eran el mejor método para la recuperación en todas las fases de la lesión, desde la más aguda hasta la fase más avanzada, pero dicha creencia ha sido desmentida en últimos estudios que muestran que mediante fisioterapia, ejercicio y apoyo temprano se favorece la recuperación y se promueven una mejor calidad del tejido evitando inestabilidades crónicas, “esguinces de repetición” o “esguinces mal curados”.
REHABILITACIÓN TEMPRANA SEGÚN EL PROTOCOLO “PEACE & LOVE”
Tradicionalmente se desempeña un protocolo común de recuperación en esguinces de tobillo denominado RICE, basado en un enfoque biomédico puro que corresponde a: Reposo, Hielo (reducir inflamación), Compresión (controlar inflamación) y Elevación (drenaje del edema).
Recientes estudios proponen un nuevo protocolo con enfoque biopsicosocial basado en un apoyo temprano, educación del paciente, ejercicio e inmovilización parcial que favorezca la restauración precoz de la funcionalidad denominado PEACE & LOVE.
Inmediatamente después de la lesión hasta las 48 a 72 horas que el proceso inflamatorio y síntomas se estabilizan, debemos comenzar con el PEACE:
- Proteger, limitando el movimiento para evitar agravar la lesión.
- Elevación, para favorecer el drenaje del edema.
- Evitar Antiinflamatorios: cuando la inflamación inicial está estabilizada, debemos permitir al cuerpo desarrollar el proceso natural inflamatorio para la regeneración de los tejidos evitando atenuar el metabolismo.
- Compresión, controlar mediante kinesiotape o vendaje semirrígido la inflamación.
- Educación, explicar los beneficios de una recuperación activa frente a los pasivos.
Al pasar los primeros días de control comenzamos con el LOVE:
- Load (cargar), carga y movilidad progresiva sin exacerbar síntomas.
- Optimismo, reducir factores psicológicos como el catastrofismo, depresión y miedo ofrece un mejor pronóstico de recuperación.
- Vascularización, la movilización temprana y el ejercicio aeróbico sin dolor favorece el flujo de sangre que irriga la zona de lesión.
- Ejercicio, evitar lesiones recurrentes restaurando movilidad, fuerza y propiocepción.
¿POR QUÉ NO SE DEBE INMOVILIZAR UN ESGUINCE DE TOBILLO LEVE-MODERADO Y POR QUÉ EL EJERCICIO PRECOZ FAVORECE LA RECUPERACIÓN?
Sabemos que la velocidad de regeneración de los tejidos se relaciona directamente con el metabolismo aeróbico en el tejido lesionado, así cuanto más se mueve la zona se va a precisar un aporte mayor de oxígeno y por tanto va a aumentar la vascularización local que aumentará el número de células inflamatorias que destruirán el tejido dañado y comenzará una regeneración tisular más intensa. Se debe hacer un vendaje, mediante tape o kinesiotape que permita la movilidad parcial y ejercicio moderado sin exacerbar la lesión durante este proceso.
Además, someter a cargas al tejido cicatricial procura una adaptación a estímulos mecánicos que lo hacen ser unas fibras ligamentosas más resistentes disminuyendo el riesgo de recidivas, futuras secuelas o inestabilidades crónicas.
Estas son algunas de las razones por las que es mejor movilizar un esguince de tobillo, pero esto no significa que debamos salir a correr una maratón o jugar un partido de baloncesto, debemos tener presente que es necesario disminuir la intensidad de la actividad puesto que el tejido está dañado.
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