Hoy en día es muy frecuente escuchar a la gente quejarse de dolor lumbar y/o irradiado por la pierna, o lo que puede ser lo mismo, quejarse de la ciática. El dolor ciático o ciatalgia es producido por la compresión de la raíz nerviosa por parte de una extrusión del disco o bien por una disminución del espacio del agujero de conjunción de las vértebras lumbares. Se caracteriza por ser un dolor que, generalmente, suele bajar por la zona posterior o lateral de la pierna pudiendo llegar incluso hasta el pie. Suele ser muy intenso por las noches, no dejándonos conciliar el sueño y haciéndonos difícil encontrar una postura en la que no tengamos dolor. El dolor puede aumentar también al doblarnos hacia delante, al estirarnos o dar una zancada más larga.
Muchas veces podemos confundir la ciática con una pseudociática (un atrapamiento del nervio ciático por compresión de un músculo) o con el dolor reflejo de los puntos gatillo de la musculatura glútea principalmente.
Cuando sufrimos de ciática es importante no realizar estiramientos de la musculatura de la parte posterior del cuerpo, puesto que al hacerlo estaremos poniendo más en tensión el nervio y aumentando los síntomas. Una de las posiciones que podemos adoptar para tratar de dormir con menos síntomas es la denominada posición de “4”, la cual consiste en estar tumbados boca arriba y colocar el pie de la pierna que nos duele a la altura de la rodilla contraria. Es importante poner un apoyo debajo de la rodilla de la pierna que nos duele para que esta pueda estar relajada.
Aun así, es importante acudir al fisioterapeuta para realizar una valoración y un tratamiento adecuado. En casos de dolores ciáticos, el tratamiento fisioterápico va a consistir en tratar de disminuir la tensión de la musculatura lumbar, glútea y flexora de cadera según el caso. También está indicado la realización de técnicas de terapia manual ortopédica (OMT) para disminuir la compresión en los segmentos lumbares en los que se produzca la compresión de la raíz nerviosa. Es recomendable el tratamiento con técnicas de neurodinamia, que consisten en realizar movimientos en los que se pone a tensión el nervio de manera controlada para mejorar su deslizamiento. Además, se podrá complementar el tratamiento con la aplicación de diatermia o neuromodulación mediante agujas o magnetoterapia (Superinductiva Zimmer®) para tratar de disminuir la transmisión de estímulos dolorosos por parte del nervio y colocarnos en la tabla de inversión para disminuir la compresión lumbar.
Finalmente, es importante que durante el tratamiento fisioterápico (cuando el fisioterapeuta lo estime oportuno) y después de él, se realice un buen trabajo de fortalecimiento de la musculatura abdominal. En estos casos vienen muy bien la realización de gimnasia abdominal hipopresiva para fortalecer la musculatura abdominal estabilizadora de los segmentos lumbares, lo que va a prevenir la aparición de dolores futuros. Es importante tener en cuenta que los dolores neurales son dolores intensos y que cursan con una evolución lenta, puesto que el nervio es una estructura que se daña rápido, pero tarda en recuperarse.