La crisis del coronavirus está golpeando con fuerza la economía de muchas empresas, y no sólo hablamos de descenso de facturación, también nos referimos a que se han disparado las cifras de bajas por contingencias comunes y las consiguientes pérdidas millonarias que este hecho provoca. En este apartado han cobrado especial protagonismo los problemas musculoesqueléticos y los trastornos psicológicos, sin duda potenciados por el aumento de estrés que está generando la pandemia en nuestra sociedad.
Tras más de un año de pandemia, cada vez más empresas riojanas han decidido pasar a la acción y han puesto el foco en cuidar su capital humano. ¿Y cómo lo están haciendo? Se trata de poner en práctica medidas enfocadas a mejorar la salud de sus trabajadores, y ya de paso conseguir mejorar directamente y de manera muy rápida, varios indicadores que reportan en beneficios económicos para la empresa, tales como la disminución del absentismo laboral, recortar días de baja, mejorar la productividad de los empleados, y mejorar el clima laboral y el sentimiento de pertenencia a la empresa.
Y no estamos hablando de multinacionales tipo “Google” o “Amazon”, sino de empresas riojanas de unos 50 trabajadores, cuyos innovadores gerentes han entendido esta fórmula mágica con la que mejoran la salud y ahorran muchísimo dinero, incluso 5 o 10 veces más del que invierten en poner en marcha estas medidas.
Tal importancia está cobrando para las empresas el invertir en salud, que se ha convertido en un elemento diferenciador entre empresas punteras y empresas “del montón”.
Mientras algunas empresas sobrecargan a sus empleados en las cadenas de producción, consecuencia de las intensas demandas del mercado, otras empresas se han preocupado de llevar un fisioterapeuta al lugar de trabajo para poder tratar a los empleados antes de que se produzca la lesión y el problema sea ya más difícil de solucionar. El fisioterapeuta de empresa se ha convertido en una figura fundamental para mejorar la salud de los trabajadores, y es una inversión extraordinariamente rentable incluso desde la fase de aterrizaje.
Normalmente las empresas nos contratan porque tienen altas cifras de absentismo de origen musculoesquelético, y nuestros estudios muestran que conseguimos acortar una media de 22 días por episodio de baja. Esto llega a suponer un ahorro medio de 6000€ por cada episodio de baja. Además de esto, realizando tratamientos preventivos en la empresa, conseguimos evitar muchas lesiones que de otra manera acudirían a ser tratados por un fisioterapeuta o un médico cuando el problema es más difícil de solucionar sin causar baja. Otro de nuestros valores añadidos es la reincorporación al puesto de trabajo de manera progresiva y realizando junto al trabajador un programa de ejercicios específico para la lesión y el puesto. Esto nos asegura altas consistentes y sin recaídas, minimizando el riesgo que supone la vuelta al trabajo
tras semanas o meses de inactividad laboral. La coordinación que realizamos con los servicios médicos de las mutuas y los servicios de prevención es fundamental en este aspecto.
Además de todas estas ventajas, contratar un servicio de fisioterapia por horas es algo muy barato, tanto que cuando se lo cuentas a los gerentes de las empresas no se lo creen. Mientras unos gerentes sólo ven lo que tienen que pagar por el servicio, otros rápidamente entienden que, con evitar una baja al año por causa musculoesquelética, ya están costeando el servicio de fisioterapia de todo el año.
Si además de esto, tenemos en consideración que las formaciones en materia de salud para las empresas son bonificables 100% a través de FUNDAE, nos encontramos con que realizando una mínima inversión en fisioterapia estamos cuidando mucho a los trabajadores, y a través de las formaciones bonificadas, sin coste añadido, les estamos dando herramientas para cuidarse y evitar problemas de salud que tienen consecuencias muy negativas para ellos, pero también para la empresa. El papel del fisioterapeuta de empresa es fundamental para proponer formaciones en materia de salud específicas para atajar, resolver y prevenir los principales problemas de salud de los trabajadores de una empresa concreta.
Así pues, podemos concluir que en estos momentos invertir en salud es una inversión muy segura y altamente rentable para las empresas. Con las facilidades que tenemos hoy en día, el que no invierte en salud es porque no quiere, y el que lo hace se lamenta de no haberlo hecho antes.