La Gimnasia Abdominal Hipopresiva (GAH) o hipopresivos es una actividad postural enfocada a disminuir la presión de la cavidad abdominal y a fortalecer la musculatura estabilizadora abdominal y suelo pélvico. Esa disminución de la presión abdominal se logra mediante la postura específica mantenida y mediante la aspiración diafragmática, la cual consiste en una elevación del tórax que va a llevar consigo la elevación del diafragma.
Los hipopresivos están indicados en múltiples patologías como dolores lumbares, dorsales y cervicales, vayan asociados a hernias discales o no, ya que activamos y fortalecemos la musculatura que ayuda a estabilizar los segmentos vertebrales que tienden a la inestabilidad (columna cervical y columna lumbar) y ayudamos a ganar movilidad en las zonas que tienden a presentar más rigidez (columna dorsal). También son útiles para ayudar a la reducción de hernias inguinales y hernias de hiato debido a la disminución de la presión intraabdominal. Otro de los casos donde nos aportan grandes beneficios es en la rehabilitación postparto de las mujeres, además de en los prolapsos e incontinencias tanto urinarias como fecales.
En determinadas lesiones como los atrapamientos neurales debemos tener especial cuidado en la práctica de la gimnasia abdominal hipopresiva. Esto es debido a que si durante las posturas mantenidas que realizamos ponemos en tensión dicho nervio y nos genera síntomas, podemos irritarlo y provocar un aumento de la clínica. Es por eso por lo que, sobre todo en estos casos, es importante que la práctica hipopresiva sea pautada y controlada por el fisioterapeuta vigilando que los ejercicios a realizar no provoquen síntomas en el paciente.
Además, son muchos los beneficios que nos aportan los hipopresivos como la ganancia de capacidad pulmonar o la normalización del tono muscular, lo que a nivel deportivo se traduce en una mejora del rendimiento. También puede ayudarnos a aumentar el placer sexual en las relaciones, ya que ejercitamos la musculatura del suelo pélvico.
Así pues, los hipopresivos pueden ayudarnos a mejorar nuestros dolores del día a día y a mejorar nuestra calidad de vida, siempre y cuando aprendamos a realizarlos inicialmente con los profesionales capacitados y, en caso de sufrir alguna patología, los realicemos de una forma controlada y supervisada.