Los rectos abdominales están separados por un tejido fascial que se llama línea alba. La separación anormal de esos rectos es lo que se denomina diástasis abdominal.
Pero ¿realmente eso es lo más importante? La respuesta es no. La clave en estos casos en que los rectos están separados más de lo normal es precisamente el tejido que los separa y que os he nombrado anteriormente, la línea alba.
Si esa línea alba está inelástica y sin tensión, nuestro abdomen no funcionará correctamente y consideraremos que ese abdomen no es funcional, es decir, que no está haciendo su función de soporte y de transmisión de fuerzas de un lado a otro del abdomen.
¿Cómo saber si esa línea alba está bien? Muy sencillo, realizando una ecografía. Gracias a ella podemos ver en qué estado se encuentra la línea alba.
¿Notas que cuando te incorporas desde boca arriba algo “sale” en la zona de tu abdomen? Si lo ves, es que esa línea alba no está haciendo correctamente su función y ese abdomen tiene que ser reeducado.
Y tanto de la reeducación como de la mejora de la calidad del tejido de la línea alba, se encarga la fisioterapia. A través de la realización de distintos tipos de ejercicios específicos y la aplicación de diatermia (medio de tratamiento que se fundamenta en el empleo de corrientes de alta frecuencia para conseguir que el propio cuerpo genere calor y eleve la temperatura en partes profundas del mismo) conseguimos disminuir la distancia entre los rectos y mejorar la funcionalidad del abdomen, así como la calidad de la línea alba.
Además, gracias a la utilización del ecógrafo, los fisioterapeutas podemos controlar la evolución de la línea alba y objetivar la mejora de la misma.
Así que, si sospechas que puedes tener diástasis abdominal, ¡no lo dudes y contacta con un fisioterapeuta especializado!